Thursday, September 4, 2014

"La noche de los feos" Mario Benedetti




En el cuento se puede encontrar en lo sucedido entre dos personas que tienen algún "defecto" en su rostro.  La joven mujer que tiene una hendidura en uno de sus pómulos y el joven con una marca en la boca. Al parecer ambos tienen algo en común, lo cual les llama la atención uno del otro, las características de sus caras son muy sobresalientes delante del público. Y esta parte de sus identidades,  que muchas veces les alejaba de las personas de su alrededor, fue las que les une saliendo del cine.

Hay algo muy interesante que podemos ver por parte del joven en el momento de ver la película. Admite estar encantado por la belleza del héroe de la película y que siempre disfruta admirar lo lindo.  Pero en contraste a esta afirmación, también admite otra sentimiento completamente distinto al primero. El odio y la repugnancia que tiene hacia si mismo y hacia el rostro de otros "feos" que comparten la misma suerte que él. Dice que son así como espejos. Lo más extraño que podemos encontrar de sus confesiones, las cuales acabamos de ver, es que el muestra rechazo hacia aquellos que son como él, diferentes, feos, imperfectos en el modo estético. Y muestra una aceptación y un encanto hacia lo hermoso, lo bello. Aquí lo que muestra ser chocante es que normalmente las personas tienden a mostrar simpatía ante aquellos que comparten una similaridad en su persona, que en este caso es la apariencia de la belleza. El joven debería sentir simpatía ante aquellos que comparten ser "feos", pero según sus palabras no es así.  

Ahora pasamos a la parte en la que el chico se acerca a la chica después del cine y le invita a un sitio de alimentos y después le invita a ir solos a un lugar, tratando de hacerle entender que quiere algo que evr con ella. En este instante empezamos a ver una contradicción a sus sentimientos de un principio. Ahora muestra tener una simpatía hacia la muchacha que era imperfecta y "fea". Pero esto nos hace preguntarnos, ¿Porqué con ella no tuvo ese rechazo, si ella era de parecer "feo" y porque mostró tal aceptación que llegó al punto de insinuársele si no era "bella"? El muchacho tiene una intención, la cual  es hacer algo que los bellos hacen inspirar sentir deseo. ¿Y de que manera se podría llegar a esto? A través de la intimidad es que uno inspira deseo al otro. Y al parecer ella era la única por ser "fea" que le daría la oportunidad a él, y la esperanza a poder provocar ese deseo a través de la relación sexual.



La mujer acepta irse con él. Hasta que el cuento nos transporta al momento en el que ya están en lugar para unir sus cuerpos. Algo importante aquí es que él apagó la luz y cerró las cortinas de tal manera que se encontraran en completa oscuridad. Al punto en el que ninguno de los dos se podía ver por la obscuridad que los cobijaba. Los dos se desnudan y empieza a haber una serie de caricias mutuas, cabe resaltar que sus caricias al principio eran únicamente en el cuerpo, donde no habían imperfecciones como en la cara. Cuando de repente el hombre entra en razón junto con una conexión conectada a una convicción de su corazón: "comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso". 

En este preciso momento él se da cuenta que no es necesario el despertar un interés en el deseo a través de la  pasión de la intimidad para poder recibir y sentir esa aceptación mutua. Después de llegar a esta conclusión, más que a una conclusión, hasta que por fin hay esa aceptación, pero esta aceptación ha cambiado. En un principio del cuento vimos en sus aclaraciones una aceptación que no había hacia él mismo ni hacia otros "feos"como él. Una aceptación que antes sólo tenia hacia la belleza. Pero hasta este momento en el que por fin pudo aceptarse él mismo y a la chica es cuando sus caricias cambian. Sus caricias ya no son en el cuerpo, sino que sus manos ascienden directo a la cara de la joven "y empezó una lenta, convincente y convencida caricia". Podemos ver que el acto de dejar de tocar el cuerpo de la joven y ahora solo tocar su rostro por el resto de la noche nos muestra esa nueva aceptación.

Por último vemos la narración del muchacho, de el momento en que la mujer empezó a tener una nueva aceptación como la de él: "Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.
Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble".

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